Susan Brownmiller: la violación cambia vidas incluso para las mujeres que no la padecen

Susan Brownmiller: la violación cambia vidas incluso para las mujeres que no la padecen

Más de cuarenta años después de la primera publicación de su ensayo fundamental y controvertido sobre la violación, Contra nuestra voluntad: hombres, mujeres y violación, Susan Brownmiller todavía tiene muchas cosas que contarnos. La nueva ola del feminismo, la generada en 2017 por #Yo también y desde el caso Weinstein, ha reabierto un debate que ha estado dormido durante décadas, tal vez por la ilusoria creencia de que "lo peor había quedado atrás". Si en Estados Unidos el libro se ha seguido reimprimiendo durante todas estas décadas, la última edición en el mercado italiano se remonta a 1976. Por tanto, conviene recordar por qué fue importante y por qué lo sigue siendo hoy.

Nacida en Nueva York en 1935, Susan Brownmiller comenzó a trabajar como periodista a fines de la década de 1950, ocupándose de los derechos civiles de inmediato. Soltera por elección, porque no quería aceptar los compromisos derivados del matrimonio, hacia 1968 comenzó a abordar activamente la cuestión feminista, abordándola desde un punto de vista antropológico. Contra nuestra voluntad se basa precisamente en una consideración de este tipo.

Para Brownmiller, la violación ha adquirido una verdadera demostración de poder a lo largo de la historia, convirtiéndose en "Arma ofensiva fundamental del hombre contra la mujer, principal agente de su voluntad y su miedo". En un examen que parte del código de Hammurabi y se desarrolla a lo largo de los siglos, hasta la violencia de los pogromos y los conflictos del siglo XX, se demuestra, por tanto, que no se trata de un acto personal. No es solo la víctima quien sufre, sino todo el componente femenino de la sociedad: por eso es un tema que debe preocupar a todos, no solo a quienes han sido violados.

Cuanto más el movimiento de mujeres llame la atención del público en general sobre el delito de violación, las mujeres que han sido agredidas por hombres que conocen se sentirán cada vez más libres para denunciar el delito y sus denuncias comenzarán a ser tratadas con la gravedad que se lo merecen.

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Artículo original publicado el 13 de febrero de 2019

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