Solo los no fumadores pueden comprender estas situaciones

Solo los no fumadores pueden comprender estas situaciones
No demos la vuelta: el mundo está irremediablemente dividido entre fumadores y no fumadores. Y los dos universos son irreconciliables.
Quien no fuma solo puede odio el humo del cigarrillo: impregna la ropa, se pega a las paredes, reemplaza (empeorando) el aliento de las personas. El odio a los cigarrillos, sin embargo, no solo está relacionado con el sentido del olfato.
En la mente de los no fumadores, los fumadores viven una vida de espera constante.
- Fumas un cigarrillo allí antes de emprender un viaje en coche.
- Fumas un cigarrillo tan pronto como llegas a tu destino
- Fumamos un cigarrillo antes de una reunión de negocios.
- Fumamos un cigarrillo después de la reunión de negocios.
En resumen, cada ocasión es buena para "tomar un descanso”Y, literalmente, perder tiempo y, no menos importante, dinero.
Obviamente, a los ojos de los fumadores, los no fumadores son un verdadero dolor de cabeza: se quejan todo el tiempo y parecen irrespetuosos con un hábito que, aunque perjudicial, sigue siendo una elección personal.
Pero si los no fumadores te persiguen, hay básicamente una razón: te quieren y se preocupan por tu salud. Y esa es una buena razón para intentar dejar de fumar, ¿no?
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