Ansiedad nocturna: por que surge y, sobre todo, 7 cosas que puedes hacer

Ansiedad nocturna: por que surge y, sobre todo, 7 cosas que puedes hacer

Sabemos muy bien cuanto ataques de ansiedad y pánico representan problemas gravísimos para quienes los padecen, pero piensa en lo terrible que puede ser tenerlos incluso durante las horas de la noche.

La ansiedad nocturna es un trastorno que no permite que las personas que la padecen tengan un sueño tranquilo, y no descansen como deberían. Pero, ¿cómo se manifiesta?

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    Ansiedad nocturna: los síntomas más frecuentes

    Las causas de los ataques de ansiedad nocturnos aún no se conocen completamente, pero aumento de la concentración de CO2 (falsa hipótesis de asfixia) O cambios en el sistema parasimpático debido a disfunción autonómica.

    Evidentemente, la ansiedad nocturna también puede estar condicionada por hechos y situaciones vividas durante el día, si consumes drogas o alcohol, y es bastante frecuente que quienes manifiestan estos ataques por la noche también los tengan a lo largo del día.

    Lo cierto es que volverse a dormir después de ser presa de la ansiedad nocturna es bastante difícil, con graves implicaciones para la calidad del sueño.

    Ciertamente hay algunos factores de riesgo que contribuyen a desarrollar el trastorno, incluyendo

    • factores genéticos / antecedentes familiares;
    • eventos estresantes como la pérdida de un trabajo, la pérdida de un ser querido, problemas familiares, separación / divorcio;
    • bioquímica cerebral;
    • trastornos psicológicos subyacentes como ansiedad social, fobias.

    Los síntomas de la ansiedad nocturna incluyen:

    • transpiración;
    • temblores nocturnos;
    • sensación de desmayo;
    • náusea;
    • palpitaciones, taquicardia;
    • mareos o aturdimiento;
    • sensación de inestabilidad;
    • sensación de asfixia;
    • miedo a morir;
    • despersonalización, o la sensación de estar desapegado de uno mismo;
    • respiro corto;
    • dolor o malestar en el pecho;
    • parestesia o sensación de hormigueo o entumecimiento;
    • sentimiento de irrealidad.

    ¿Por qué son comunes los ataques de ansiedad nocturna?

    En la raíz de los ataques de ansiedad nocturnos existen conflictos y dificultades personales no resueltos, que no nos permiten vivir el momento de máxima relajación de nuestro día, el del sueño, de forma serena.

    Siendo el de la noche el momento, en el lapso de 24 horas, en el que nuestra mente puede viajar, es fácil volver con el pensamiento a situaciones, incluso pasadas, que nos han dejado un sabor amargo en la boca, o con un dolor nunca realmente abordado, por ejemplo un duelo incompleto, una separación dolorosa o un despido. En este momento también hay analogías, a nivel inconsciente, entre la oscuridad y los propios miedos, como el de morir, o el del futuro.

    También tenemos un exceso de energías físicas y mentales no lo use durante el día; un primer episodio de ansiedad nocturna puede ocurrir, por ejemplo, después de un cambio importante de vida, como un nuevo trabajo, una mudanza, el nacimiento de un hijo o un matrimonio, ya que nuestra tensión psicológica puede verse afectada; pero, si bien para algunos es fácil aprender a manejar el estrés eliminando su fuente, para otros estas son ocasiones en las que se manifiesta su vulnerabilidad psicológica.

    Las grabaciones realizadas por polisomnografía muestran que la mayoría de los ataques ocurren en las primeras etapas del sueño (Etapa II), no durante el sueño REM asociado con los sueños.

    Tampoco debe confundirse la ansiedad nocturna con Miedo al horror, un trastorno del sueño típico de los niños descrito como un despertar repentino en lágrimas, ansiedad severa y síntomas vegetativos como taquicardia, sudoración y dificultad para respirar, que ocurre en la Fase IV, la del sueño profundo.

    Ansiedad nocturna: remedios y soluciones

    Existen varias soluciones para intentar frenar los episodios de ansiedad nocturna, pero el primer y más importante consejo es consultar a un especialista: un psiquiatra, o un psicoterapeuta, que escarbando en el inconsciente fácilmente podría llegar a comprender el motivo del malestar del que surgen los ataques.

    Por supuesto, existen algunos remedios caseros para intentar aliviar los ataques, como algunas técnicas de relajación, que incluyen:

    • técnicas de respiración lenta y profunda;
    • yoga;
    • entrenamiento autógeno;
    • Relajación muscular, para utilizar junto con la meditación.

    También es extremadamente importante preparar un ambiente adecuado que pueda ayudarlo a dormir,

    • ventilar bien la habitación antes de acostarse;
    • evitar el uso de TV y dispositivos electrónicos;
    • También puede ser útil tomar una infusión de manzanilla o una infusión relajante de hierbas antes de acostarse.

    Sin embargo, si los ataques se vuelven incapacitantes, es esencial, como se mencionó, comuníquese con su médico, en primer lugar para descartar afecciones físicas como problemas cardíacos o de tiroides, en segundo lugar para que se pueda sugerir la terapia cognitivo-conductual adecuada, que es la primera opción para el manejo de los ataques de pánico y ansiedad.

    Tampoco hay que tener miedo de tomar medicamentos, que a menudo complementan la terapia psicológica; algunos son medicamentos simples de venta libre, como la melatonina, mientras que los ansiolíticos o las benzodiazepinas se prescriben en casos más importantes; la clave es Absolutamente no confíe en el bricolaje, pero siempre y solo escuche los consejos y terapias sugeridas por un médico.

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