Amrita Sher-Gil, la india Frida Kahlo, de quien se dice que murió de un aborto
Amrita Sher-Gil, la india Frida Kahlo, de quien se dice que murió de un aborto
La rebautizaron como la india Frida Kahlo, pero Amrita Sher-Gil merece ser recordado solo por su nombre. Sin embargo, al igual que la famosa artista mexicana, ella tenÃa la misma forma de mezclar la experiencia cultural europea con formas más primitivas, para crear obras profundamente sensuales.
"No quiero despertar sentimentalismos banales", habÃa declarado sobre su arte, como se menciona en su biografÃa. Fue por ello que abandonó los clichés de la iconografÃa india clásica, descubriendo una figura estilÃstica que reflejaba sus orÃgenes cosmopolitas.
Nacida en Budapest en 1913, Amrita Sher-Gil era hija de MarÃa Antonieta Gottesmann, Cantante de ópera húngara, y Umrao Sher-Gil, un noble sij y estudioso de sánscrito y astronomÃa. Una familia poco convencional, que vivÃa en un clima cultural lleno de estÃmulos, entre encuentros con diplomáticos, académicos y artistas.
Bloqueados en Europa por la Gran Guerra, los Her-Gil no pudieron regresar a la India hasta 1921. Se establecieron en la residencia de Simla, al pie del Himalaya. Amrita y su hermana Indira crecieron en un ambiente idÃlico y privilegiado, vestidas como dos princesitas y alejadas de la vida "normal" que la pintora empezarÃa a retratar unos años después.
En 1929, a la edad de 16 años, Amrita Sher-Gil decidió trasladarse a ParÃs para estudiar arte en la École des Beaux-Arts. Fue en la capital parisina donde comenzó a mostrar su alma rebelde, sumergiéndose en la vida chispeante y sin escrúpulos del ParÃs de los años veinte. Después de todo, ir en contra de las convenciones sociales no era algo nuevo para ella. De niña incluso logró que la expulsaran de la escuela religiosa a la que asistÃa porque se declaró atea.
En la Ville Lumière, Amrita Sher-Gil comenzó a experimentar, jugando con su identidad. VestÃa tanto occidental como sari y también desde un punto de vista sexual se lanzaba a aventuras con mujeres y hombres. TenÃa hambre de vida y manifestaba su apetito incluso en su arte. Influenciada por Gauguin, Modigliani, Cézanne y Renoir, creÃa que cada cuadro debÃa rezumar vida y carnalidad.
Su nombre comenzó a circular en ParÃs, pero Amrita se convenció de la necesidad de regresar a la India. Decidida a encontrar una nueva forma de retratar la realidad de su tierra natal, lejos de los estereotipos de la aburrida tradición india, emprendió un largo viaje hacia el sur del paÃs. La India, sin embargo, ciertamente no era libre como ParÃs: incluso sus propios padres se encontraban desorientados ante el comportamiento sexual de su hija, incluso quemando sus cartas de amor por temor a que terminasen en las manos equivocadas.
Cuando Amrita Sher-Gil anunció su intención de casarse a los 25 años, su familia quedó algo asombrada. Sin embargo, de acuerdo con todas sus otras decisiones, eligió a un primo húngaro. VÃctor Egan él era un médico de bolsillo que la habÃa ayudado a abortar en dos ocasiones. Y quizás fue otro aborto que fue fatal para ella: murió de una hemorragia a la edad de solo 28 años, en 1941, probablemente debido a otra pérdida de embarazo. Solo unos dÃas después, debÃa inaugurar su primera gran exposición individual en Lahore, Pakistán.
Redescubierto internacionalmente solo en los últimos años, sus pinturas siguen siendo un testimonio crucial del arte indio y más allá. Nunca sentimentales ni banales, sus obras se han convertido en clásicas, sobre todo por sus matices intensos e inusuales. "Siempre tengo hambre de colores", dijo, citando van Gogh. "Quiero expresar todas las magnÃficas pasiones humanas con verdes y rojos".

Fuente: web / colección privada
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